Algunas de vosotras ya conoceis a la Manuelitas. De hecho ya las lucís en vuestras camisetas. Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa. Normalmente los viernes vamos a cenar en familia a un bar cercano a mi casa. He llevado mi caja con los broches para enseñárselo a la dueña. Su hija, de siete años, ha estado mirando atentamente los modelos y le han gustado un par. En la mesa ha salido el tema del precio y lo he mencionda. De golpe la niña ha desaparecido y a los dos minutos ha vuelto con el dinero para el broche. ¡¡¡Lo había sacado de su hucha!!! Por supuesto se lo he regalado ;)
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